El Smishing es una de las prácticas de cibercriminales más utilizadas contra usuarios de teléfonos móviles para robar información. Es un tipo de “phishing” con técnicas de suplantación de identidad, cuyo objetivo es obtener información mediante el engaño, pero realizada a través de sistemas de mensajería, como SMS, WhatsApp o mensajes privados en redes sociales.
Si recibes uno de estos mensajes, sigue las
siguientes recomendaciones:
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No facilitar ninguna información personal y/o corporativa.
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No hacer clic en ningún enlace interno.
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No responder a estos mensajes, y, sobre todo, no reenviarlos
porque entonces se está contribuyendo a propagar la amenaza y se está enviando
un mensaje envenenado a todos los contactos.
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No subestimar a los atacantes, cada vez son más ingeniosos en el desarrollo
de artimañas, más cuidadosos con los detalles y más profesionales en la
ejecución técnica. De todas maneras, es posible descubrirlos y eludir sus
trampas.
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Todos buscan que se pierda el juicio y se actúe de forma
impulsiva, no lo hagas. ¡Detente, Mantente Alerta!
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Desconfiar de cualquier mensaje que requiera una acción inmediata.
Siempre:
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Accede a los portales oficiales y/o contacta a la entidad directamente
para validar la autenticidad de la información.
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Prudencia, desconfianza y sentido común son los mejores aliados
para evitar ser víctimas de estas estafas.
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Si se detecta urgencia en el mensaje y la necesidad de llevar a
cabo una acción inmediata, hay que mantenerse alerta. Busca un medio diferente
para validar con la persona la veracidad de esta información.
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Este tipo de ataques requiere de un cómplice involuntario, siempre
es mejor no ser uno de ellos.
Sus estrategias buscan manipular a las
personas (víctimas) con elementos emocionales que son comunes a la mayoría de
las personas, como el deseo de premio y recompensa, el miedo, la urgencia, la
solidaridad, el morbo o la curiosidad, afianzando sus estrategias
cibercriminales con la psicología y la sociología. ¡No muerdas el anzuelo!