Cuando escuchas la palabra emprendedor, ¿qué te viene a la mente? Posiblemente una persona que fue capaz de hacer de su compañía un éxito nacional o internacional o también puedes pensar en una persona que solo se la pasa imaginando en ideas de negocio que no llegan a ningún rumbo. Ambas perspectivas son una realidad y es que el ser emprendedor no quiere decir que eres exitoso, pero tampoco que no lo eres, la palabra emprendedor significa “Una persona que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo.” Por lo tanto, ser emprendedor conlleva ser alguien con iniciativa propia dispuesta a asumir los riesgos que la mayoría no quiere.
¿Te consideras ser un emprendedor o te gustaría serlo? Aquí te dejamos el decálogo de consejos prácticos de las cosas que debes y no debes hacer a la hora de emprender.
1. No pienses solo en hacer dinero – Fundamentar una idea de negocio solo para hacer dinero es una motivación banal que difícilmente hará prospera tu negocio. El dinero debe de ser la consecuencia de una idea que sea tan buena que la gente este dispuesta a pagar por ella.
2. No sobre estimes tu idea de negocio – Cómo dicen popularmente, el Excel y el papel aguantan todo. Plasmar números de buenos ingresos es muy fácil, evita caer en las emociones y piensa fríamente a la hora de estimar los posibles beneficios.
3. Separa las ganancias de tu salario – Asígnate un salario y no uses los ingresos para costear tu estilo de vida.
4. Investiga a la competencia – Pensar que vas a estar solo en el mercado y que tu idea es revolucionaria, puede ser un pensamiento que esta viendo solo un lado de la cancha. Es casi seguro que para toda idea ya exista algo en el mercado, haz una investigación exhaustiva y encuentra cual es la tu competencia.
5. Gasta en publicidad – Muchos emprendedores apuestan por el boca a boca para darse a conocer, el cual es un método efectivo, pero no siempre funciona igual. Tienes que llegar a muchas personas si quieres que tu negocio prospere.
6. No contrates si no es necesario – El personal que te ayudará a potencializar tu negocio debe de llegar únicamente cuando sea necesario, cuando ya no des abasto a lo que estas desarrollando y necesitas sumar talento. ¿Una secretaria desde el inicio? Es un error, es como querer echarle gasolina premium a una bicicleta.
7. Pregunta todos los detalles a los suplidores – Hay momentos que estamos muy apurados por lanzar un producto y nos vamos con el primero que nos de una propuesta (Estas decisiones al final resultan ser muy costosas). No tengas miedo de parecer una persona inculta o demasiado meticulosa al preguntar cada detalle sobre la entrega, forma de hacer el producto, plazos, costos, etc.
8. No te asocies con personas que no compartan tu pasión y visión – Cuando te sientes con los amigos a plantear tu idea de negocio, puede que algunos te digan que es buena idea y se quieren asociar, pregúntales que por que les gustaría asociarse y si su respuesta es que es una idea rentable, anota su nombre y guárdalo para después en la lista de posibles clientes, sin embargo, si te dan ideas y recomendaciones que sabes que pueden ayudarte, piensa en una sociedad.
9. Agenda todo – La mente cuando se sobresatura de información va a perder algo en el camino, es normal, por eso lo recomendable es anotar todo en una agenda.
10. No pongas el 100% de tu capital y tampoco pidas el 100% prestado – Piensa muy bien como va a estar conformado tu capital inicial, ningún extremo es bueno, pondera el invertir tu dinero y también el de apalancarte con algún préstamo operativo.
Un emprendedor tiene un verdadero camino por recorrer si quiere llegar lejos, hay un libro que te recomendamos que te ayudará a enfrentar las indecisiones y la posible competencia del camino, este libro se llama “La estrategia del océano azul” de Renee Mauborgne, es un libro que todo emprendedor debe de leer.
