Han transcurrido 11 meses y está corriendo el último del año 2017, en esta época podemos mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos hecho, las metas que hemos cumplido, las que nos faltan por cumplir y los nuevos retos que nos pondremos para el año que viene; en esta época también es cuando nuestra curva de ingresos tiende a subir gracias al doble sueldo y la entrega de bonos o repartición de utilidades. Cómo es común, al recibir más ingresos, los gastos tienden a aumentar, en ocasiones más de lo que vamos a tener de ingresos y esto se debe al éxtasis por el que atravesamos en estas épocas, donde se juntan además del incremento de ingresos, muchas festividades, lo que provoca que nuestro estado emocional sea más alegre de lo normal.
Es en este momento cuando debemos poner a trabajar a nuestra mente financiera y manejar estos ingresos de manera sabía, debes procurar un equilibrio en lo que haces, evita caer en los extremos del sobre gasto o de no gastar en absolutamente nada. Por ejemplo, en esta fecha (si no es que desde antes) ya sabes cuánto vas a recibir de doble sueldo y de bonos, entonces una buena forma de distribuir ese dinero extra sería la siguiente:
- Destina un 40% de los ingresos extra para la compra de regalos, cenas navideñas, angelitos, etc. (En este caso si tienes deudas, lo mejor es amortizarlas o cancelarlas si este porcentaje te lo cubre.)
- 20% para compras o mejoras de la casa, del vehículo u otro activo que tengas.
- Aparta un 30% para ahorros (Si puedes destinarlo todo a la compra de dólares es mejor, ya que, si lo mantienes durante el próximo año y vas incrementándolo, tu ganancia real será mayor)
- Deja un clavo del 10% para los gastos e imprevistos de enero (Esto es muy importante, ya que en diciembre el consumo de la energía, supermercado y otros gastos fijos tiende a aumentar y en enero se ve reflejado al hacer el pago de la tarjeta o los servicios)
Cómo puedes ver, cuando se hace una buena distribución de los ingresos podemos abarcar más áreas que cuando simplemente gastamos el dinero que nos ingresa sin ninguna planificación. Disfrutar es parte de la vida y es por eso que debemos destinar un porcentaje de nuestros gastos a esta área, pero también debemos de pensar que las cosas pasan y siempre debemos tener algo para el futuro.