La contabilidad es una de las áreas con la que los dueños de negocios (en su mayoría) peor se llevan y es que si no eras una persona a la que las matemáticas le gustaban desde pequeño, esta área de negocio o te va a dar miedo o siempre vas a querer delegarla. La razón por la que el contador es la posición menos supervisada en las empresas es por que hay personas a las que los números le aterran y al menos que tengas suficientes recursos para contratar una firma de auditoría que revise lo que hace tu contador y haga auditorías trimestrales o anuales, es bien posible que dejes que tu contador haga lo que sea que tenga que hacer y que tú entres en el proceso solamente a autorizar los pagos o cuando haya un problema.

Un contador o contadora no supervisados te puede generar tremendos problemas. ¿Cómo puedes empezar a supervisarlos sin necesidad de contratar una firma de auditoría este mismo año? Sigue leyendo estas 3 técnicas y ponlas a prueba este mismo mes.

Primera técnica:

Pregúntale cuánto te tocaría pagar de impuestos si el año fiscal cerrará hoy y pregúntaselo todos los meses. 

Para que tu contador pueda responderte esta pregunta tiene que estar al día con la carga de informaciones impositivas y fiscales en la oficina virtual de la dgii y esto es un tema que tú quieres tener en cuenta. Si hay una mala gestión de parte tuya o de parte de tu contador, por ejemplo, si hay facturas que realmente no son gastos de la empresa y no se pueden presentar a la DGII, se pueden dar dos escenarios.

Escenario 1: que tu contador no los esté presentando.

Escenario 2: que tu contador los esté presentando y exponiendote a una posible rectificativa.

Siempre es bueno preguntarle esto por lo menos una vez al mes para que él tenga la oportunidad de decirte “mira esta factura no la podemos presentar a la oficina virtual porque es un gasto más personal que de la empresa y te la pueden rechazar”.

Esta información también te va a permitir ver cuál es el pronóstico del impuesto sobre la renta que tendrás que pagar el próximo año e incluso los posibles aumentos de anticipo.

Segunda técnica:

Pídele a tu contador que te presente el Estado de Resultados de la compañía mes por mes y que te lo explique en una breve reunión de 15 minutos. 

Evidentemente estamos hablando de una posición de contabilidad que está dentro de la empresa, no fuera de la empresa. Hay compañías o empresas que tienen contador solamente para la parte fiscal y hay empresas que tienen la posición dentro de la empresa como parte de su nómina. Estamos hablando del contador que está fijo en tu empresa.

Cuando le pides a tu contador que te presente los estados todos los meses (y que te lo presente entre el día 1ro y 5 de cada mes) tu contador no tiene la oportunidad de dejar que el trabajo se le atrase.

Si al día 5 de cada mes no te ha llegado ese correo de cómo cerró la compañía el mes anterior, ya sabes que posiblemente tu contador está atrasado o que la información no esté completa.

 Tercera técnica:

Revisa los estados financieros de la empresa tú por tu lado, y haz preguntas gancho

Para esto tienes que saber un poco de contabilidad y hacerle preguntas a tu contador o contadora que no se esté esperando. Preguntas como:

¿Cuánto tenemos de provisión para el doble sueldo este año? o

¿Por qué la cuenta depreciación ha subido tanto este año? o

¿Me puedes actualizar con las cuentas por pagar? Pensaba que debíamos menos. Dame un detalle de cada cuenta por pagar y tiempo que está vencido.

Grábate estas preguntas y aunque tú no sepas exactamente qué significan, haz la tarea de averiguarlo por lo menos para poder preguntárselo a tu contador con propiedad.

Tu contador debe tener la paciencia de explicarte esto como si fueras un niño ya que su dominio es ta contabilidad y el tuyo mantener la empresa corriendo y ganando dinero.  Cuando se lo preguntes las primeras veces será solamente para ver qué te responde, si se pone nervioso o nerviosa y si puede explicártelo correctamente.

Recuerda que las empresas son para ganar dinero y aunque las hayas concebido para dar un excelente servicio y agregar valor… al final los negocios son un juego de números y  si no estás siendo rentable, no te puedes mantener en el mercado. Por eso debes conocer tus números y supervisar correctamente la posición que se encarga de tenerte estos números al día.